Dicen que el amor entra por la boca, y para nosotras nada es más cierto. Por eso creemos que la mejor forma de enamorar a esa personita o de demostrar cariño a un ser querido es prepararle algo con las propias manos. Cualquiera puede comprar un regalo en el centro comercial, así que ¿por qué no cambiar la dinámica esta vez y obsequiar una parte de ti mismo (a)?
Esta Navidad, en lugar de comprar los típicos regalos, decidimos preparar mermeladas y regalarlas a quienes más queremos. Hicimos de cuatro frutas: higos, naranjas, fresas y guayabas. Ya hemos compartido las recetas de la mermelada de higos y la mermelada de fresas, así que ahora compartiremos las otras dos.
Algunos tips:
Compra la fruta en mercados o tianguis, es más barata y mucho más fresca.
Utiliza azúcar mascabado de la mejor calidad; el que venden en el súper es casi refinado con un ligero tinte a café. Te sugerimos comprarlo en tiendas donde venden ingredientes para repostería. Nosotras lo compramos en el Molino El Piquín, que se encuentra en La Joya, Tlalpan (t. 24579427).
Utiliza un cazo grande de base gruesa, de preferencia de acero inoxidable, cobre o aluminio. Para remover usa una cuchara grande de madera.
Escoge fruta madura y en buenas condiciones.
Importante: tradicionalmente, las mermeladas se preparan con la misma cantidad de fruta y azúcar. A nosotras no nos gustan demasiado dulces, por lo que añadimos menos azúcar. Es cuestión de gusto.
#1: Mermelada de naranja y brandy
Ingredientes
Naranjas maduras
Azúcar mascabado
1 pedacito de tela manta de cielo o de filtro para café
Un puñado de clavos de olor
Brandy
Jugo de un limón
Preparación
No les vamos a mentir: esta receta requiere algo de trabajo y tiempo. Lo primero que hay que hacer es pelar las naranjas (puedes hacer cortes verticales con un cuchillo para retirar la cáscara más fácilmente). Retira la membrana de los gajos, de manera que sólo quede la pulpa. En cuanto a las cáscaras, con un cuchillo retira toda la parte blanca (¡es un trabajo arduo!) y córtalas en tiras delgadas. Separa las semillas y colócalas en una tela manta de cielo, un filtro para café o una bolsita para té y amarra bien.
Coloca la pulpa de la fruta, las cáscaras, la bolsita con semillas y los clavos de olor en un cazo con poca agua (ésta apenas tiene que cubrir la fruta). Cuece a fuego lento durante unos minutos, hasta que la fruta se ablande. Añade el azúcar (la cantidad proporcional a la fruta que colocaste, o un poco menos si no quieres la mermelada tan dulce) y el jugo de medio limón para que espese. Añade un chorrito de brandy y deja cocer por unos minutos más sin tapar para que se evapore el agua. Aplasta la fruta con un aplasta-papas.
Al cabo de unos minutos (20, 30 o 40… depende de la cantidad de mermelada que hayas puesto al fuego), la mezcla comenzará a espesar y tomar una consistencia viscosa. Entonces apaga el fuego y deja enfriar. Toma en cuenta que la mermelada espesará aún más al enfriar. Retira la bolsita de semillas y envasa.
#2: Mermelada de guayaba y canela
Ingredientes
Guayabas maduras
Unas ramitas de canela
Azúcar mascabado
Un chorrito de brandy
El jugo de medio limón
Preparación
Quita el rabito de las guayabas, pártelas en trozos y retira las semillas. Colócalas en un cazo con con poca agua (que apenas cubra la fruta) y dos ramitas de canela. Deja cocer a fuego bajo y cuando la fruta esté blanda, añade el azúcar (lo proporcional a la fruta que usaste o un poco menos), el chorrito de brandy y el jugo de medio limón. Deja cocer hasta que espese. Puedes dejar la fruta entera o aplastarla con un aplasta-papas. Retira del fuego cuando la mezcla tome una consistencia espesa, un poco viscosa, y deja enfriar. Toma en cuenta que cuando se enfría, la mermelada espesa aún más.
Cómo envasar:
Compra envases de vidrio que tengan tapa hermética. Nosotras sólo conseguimos unos pequeños sin tapa hermética, así que se tendrán que consumir máximo en dos semanas. Lava bien los envases y colócalos en agua hirviendo con las tapas (sin cerrar) por unos 20 minutos. Saca del agua con pinzas, rellena y tapa. Para sellar al vacío, vuelve a colocar en agua hirviendo hasta que la tapa se infle, saca del agua y coloca sobre una charola. Deja reposar por 24 horas.